lunes, 8 de abril de 2013

recomendaciones para tomar el sol

Recomendaciones para tomar el sol. ¡Pon un bronceado seguro!
Mujer tomando el sol en la playa en momento de amanecer Foto de archivo - 6440645

El hecho en sí de ponerse al sol en los primeros días de calor parece un acto simple y sencillo. Sin embargo, todos deberíamos conocer algunos pequeños consejos muy fáciles de aplicar y que pueden evitar, a largo plazo, problemas graves para la salud. A continuación te damos los trucos para conseguir un bonito, pero, a la vez, saludable bronceado para este verano.

Es normal que nos resulte agradable y sencillo darnos un baño de sol en el verano, pero hay que tener cuidado. Muchos problemas de cáncer de piel, melanomas, arrugas y manchas son debidos a no haber tenido en cuenta una serie de recomendaciones para hacer que nuestro bronceado, no sólo sea bonito y duradero, sino que no afecte a la salud de nuestra piel en un futuro.

Y es que el sol es una gran fuente de riqueza natural y un buen recurso de vitaminas para nuestro
cuerpo, pero, en exceso, se puede convertir en nuestro enemigo, ocasionándonos males mayores que son fáciles de prevenir en muchos casos.

Debemos tener en cuenta que la piel cuanto más joven, más vulnerable a los rayos del sol es, por eso hay que prestar especial atención a los más pequeños. Los niños menores de tres años son los más afectados ya que su sistema inmunológico no está totalmente formado. Por tanto, deberemos evitar que se expongan al sol durante un tiempo prolongado.

Cuando tomes el sol...

Es muy importante recordar que las cremas de
protección solar deben ser aplicadas al menos 20 ó 30 minutos antes de la exposición al sol. No sirve de nada ponerse la crema en el cuerpo cuando ya estamos tumbados en la toalla. De esta forma, conseguiremos que nuestra piel absorba totalmente el bronceador.
Existen muchos tipos de bronceadores. La mayoría contienen lo que se llama SPF (Factor de Protección Solar) que indica cuánto tiempo más puede una persona pasar al sol antes de que pueda quemarse. Dependiendo del color y sensibilidad de tu piel, deberás utilizar un producto con un cierto grado de protección solar. Por ejemplo, si tu piel es muy clara, sería recomendable un factor 50 de protección, mientras que sí tu piel es muy morena o ya está bronceada será suficiente con un factor 6-8.



Otra de las recomendaciones fundamentales es tener mucho cuidado con las horas elegidas para la exposición solar. Las peores horas del día, por resultar demasiado abrasivas para nuestra piel, son desde las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Si por cualquier motivo, estas son las únicas horas en las que puedes tomar el sol, te recomendamos que no sea de una manera continua, ya que es cuando los rayos del sol penetran de manera más profunda en nuestra piel.

A la hora de evitar posibles insolaciones producidas por la exposición prolongada al sol y de cuidar de nuestros ojos y labios, es conveniente cubrir la cabeza con alguna gorra o camiseta, usar gafas de sol y aplicar algún bálsamo labial.

Cuando llegues a casa...

Si has seguido estos consejos, sólo te queda la recta final para conseguir un óptimo cuidado de la piel después de la exposición solar. Lo ideal es darse una ducha para quitar los excesos de bronceador en la piel y evitar que ésta se quede grasa. Acabarás un perfecto día de sol sí después te aplicas un “after-sun”. Con dicha solución tu piel quedará en muy buenas condiciones para seguir tomando el sol de una manera segura y sin riesgos. Con un poco de paciencia y siguiendo los
cuidados básicos conseguirás poco a poco un bronceado bonito, a la vez que una piel sana, cuidada e hidratada.

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